Los cambios de presión hidrostática que se producen al variar el nivel se recogen en la membrana del sensor y los traduce en una señal eléctrica continua que se trata mediante los instrumentos correspondientes.  La cápsula cerámica ofrece una excelente estabilidad a largo plazo y una considerable resistencia a la sobrecarga.

Con gamas de trabajo desde 200 mBar hasta 250 bar, según el modelo, se cubren numerosos tipos de aplicación: pozos profundos, depósitos de combustible, ensayos de laboratorio, etc.